jueves, 23 de marzo de 2023

¿Reciclar el cerebro? Por Estefanía Orozco


Seguro has escuchado o enseñado sobre el reciclaje, te invito a leer la siguiente infografía sobre este proceso, pero esta vez dentro de nuestro organismo, interesante ¿no? 



Enlace para descargar y ver con más claridad el material: 

 https://drive.google.com/drive/folders/1EPZGM2F09Sj-FSwOyS689d_4g45thxO2


10 recomendaciones para generar aprendizaje desde la Neurociencia, por Stephany González.

El libro "¿Cómo aprendemos?" del autor Stanislas Dehaene (2018) es una obra fascinante que explora los procesos cerebrales detrás del aprendizaje. El autor desafía la noción tradicional de que el aprendizaje es un proceso puramente intelectual; y en cambio, sostiene que el aprendizaje está enraizado en la neurociencia.



A continuación, te compartimos 10 sugerencias importantes que propone el autor para fomentar aprendizajes significativos y duraderos desde la neurociencia:

1. Aprovecha la plasticidad cerebral temprana: Los primeros años de vida son cruciales para el desarrollo del cerebro, por lo que es importante brindar experiencias ricas y variadas a los niños para estimular su crecimiento cognitivo. Sin embargo, Dehaene también señala que el cerebro es muy plástico y puede adaptarse al aprendizaje a cualquier edad. Es importante aprovechar esta capacidad y aprender durante toda la vida.

2. La atención y la concentración son habilidades que pueden mejorarse con la práctica. La meditación y la atención plena son herramientas efectivas para mejorar estas habilidades.

3. La educación debe adaptarse a las habilidades y necesidades individuales de cada estudiante. Las diferencias individuales en el aprendizaje y la cognición deben ser consideradas al diseñar programas educativos.

4. La motivación es un factor clave en el aprendizaje. Los educadores deben esforzarse por mantener a los estudiantes interesados y motivados en el aprendizaje.

5. El aprendizaje no se limita al aula. Los estudiantes deben ser alentados a explorar su entorno y aprender de su experiencia diaria.

6. La tecnología puede ser una herramienta efectiva para mejorar el aprendizaje y la enseñanza. Los educadores deben aprovechar las oportunidades de la tecnología para mejorar el aprendizaje y la enseñanza.

7. Aprovecha las emociones: Las emociones pueden tener un efecto positivo o negativo en el aprendizaje. Las emociones positivas pueden aumentar la motivación y la atención, mientras que las emociones negativas pueden distraer y dificultar la retención de la información.

8. Fomenta la metacognición: Dehaene sostiene que los estudiantes deben aprender a pensar sobre su propio pensamiento, lo que se conoce como metacognición. Esto les permite controlar su propio aprendizaje y mejorar su comprensión.

9. El error es una parte importante del aprendizaje: Los errores pueden ayudar a los estudiantes a identificar y corregir sus debilidades, lo que puede mejorar su rendimiento académico y el logro de aprendizajes significativos.

10. Aprender de forma activa: Sugiere que el aprendizaje debe ser activo, involucrando al estudiante en el proceso de adquisición de conocimientos a través de la exploración, la experimentación y la resolución de problemas.

La curiosidad y el compromiso activo, por Enrique Cano

 



Cuántas veces nos hemos cuestionado acerca del proceder pedagógico necesario para lograr aprendizajes de calidad. Stanislass Dehaene, entre los pilares para el aprendizaje que considera en su libro "Cómo aprendemos" ofrece pistas sobre los elementos necesarios para lograrlo. Mantener viva la curiosidad y el compromiso activo con el aprendizaje resulta fundamental dentro de esta propuesta.

Los invito a conocer más a través de este video que he preparado para ustedes:

https://youtu.be/UXdP83OQSJ4

martes, 21 de marzo de 2023

Neuroeducación: Estrategias para encender la curiosidad en el aula. Por Jonatan Saldaña


La Neurociencia nos indica, a través del estudio del cerebro, que solo puede ser verdaderamente aprendido aquello que llama la atención y genera emoción. Aquello que es diferente y sobresale de la monotonía. La Neuroeducación aplica estos conocimientos a la enseñanza y nos da algunas estrategias.


Nadie puede aprender nada, y menos de una manera abstracta, a menos que aquello que vaya a aprender encienda su curiosidad.


La curiosidad es el mecanismo cerebral capaz de detectar lo diferente en la monotonía y el ser humano es un animal curioso por naturaleza. Según explica la neurociencia, nuestro cerebro emocional se activa cuando algo diferente asoma en nuestro entorno. Si lo que sobresale es importante para nuestra supervivencia, lo aprendemos y lo memorizamos. Por eso, el neurocientífico Francisco Mora asegura que “nadie puede aprender nada, y menos de una manera abstracta, a menos que aquello que vaya a aprender encienda su curiosidad”.

 

En los primeros años de vida, el juego es la conducta que desarrolla el niño para aprender con el estímulo de la curiosidad. Solo hay que ver a dos niños jugando y comprobar el ensimismamiento en la tarea. El instrumento del juego, combinación de curiosidad y placer, es el arma más poderosa del aprendizaje.

 

Recientes estudios han resaltado la importancia de fomentar en los primeros años de colegio esa curiosidad primitiva, como un primer mecanismo útil para aprender y memorizar mejor. Sin embargo, provocar la curiosidad en aquellos niños que no la tienen espontáneamente, siempre ha sido un problema con mucha enjundia. Todos los maestros y educadores buscan encontrar la fórmula docente que les permita encender la curiosidad de los alumnos en la clase. Están deseosos de que se les provea de instrumentos capaces de hacer curiosas sus enseñanzas.


Estrategias desde la Neuroeducación


1. Comenzar la clase con algo provocador, sea una frase, un dibujo, un pensamiento o con algo que resulte chocante.


2. Presentar un problema cotidiano que lleve a despertar al alumno al principio de las clases: “Al venir hoy a clase he visto en el parque una fila de árboles todos pintados de azul, ¿a qué creen ustedes que puede deberse ese fenómeno? ¿Qué intención tiene quien lo ha hecho?


3. Crear una atmósfera de diálogo por parte de los alumnos en la que estos se vean relajados y a gusto y no cuestionados sobre si sus preguntas son tontas o sin ningún interés.


4. Dar el tiempo suficiente para que algún alumno desarrolle un argumento y se vea con ello motivado a encontrar la solución ante los demás problemas que plantea.


5. En un seminario y sobre un tema concreto no preguntar sobre un problema, sino incentivar al estudiante a que sea él quien plantee el problema de forma espontánea. Ello estimula su propia querencia, autoestima y motivación personal.


6. Introducir durante el desarrollo de la clase elementos que impliquen incongruencia, contradicción, novedad, sorpresa, complejidad, desconcierto e incertidumbre.


7. Que los grados del punto anterior sean los adecuados sin provocar ansiedad en los alumnos.


8. En los seminarios o clases prácticas procurar la participación activa del estudiante y su exploración personal.


9. Reforzar el mérito y el aplauso ante una buena pregunta o resolución de un determinado problema.


10. Modular pero no dirigir la búsqueda de una respuesta por parte de alumno y menos proporcionar la resolución del problema.



Fuente:
 desdemimapa.com

Sobre la curiosidad y cómo despertarla, por Jonatan Saldaña





Comparto el siguiente video interactivo por parte de la Licenciada en Ciencias de la educación: Alba Jiménez, la cual menciona la importancia de despertar la curiosidad de los alumnos, ya que en un apartado del libro ¿Cómo aprendemos? de Stanislas Dehaene menciona que es importante tener curiosidad, el primer acercamiento al aprendizaje es la curiosidad.

Algunas veces como docentes no sabemos despertar ese interés en los estudiantes, es por ello te comparto este pequeño video introductorio de cómo hacer esa transición de curiosidad con el aprendizaje en los alumnos.


Los 4 pilares del aprendizaje, por Stephany González.

Para adquirir buenos aprendizajes debes considerar al menos cuatro elementos importantes. Aquí te compartimos cuáles, échale un vistazo. 👀


"El cerebro de un bebé...una pizarra en blanco" por Stephany González.


Seguramente alguna vez has escuchado esto: -¡No le hables, los bebés todavía no pueden entenderte!, -¡Los bebés todavía no aprenden!, -¡El verdadero aprendizaje empieza más tarde!, etc.; éstos y otra gran cantidad de mitos han surgido en torno a las posibilidades cognitivas de un recién nacido, sin embargo, la realidad es otra.
Actualmente se sabe que desde el nacimiento e incluso antes, el cerebro humano es capaz de desarrollar y almacenar una gran cantidad de información, resultante de las innumerables conexiones neuronales en la actividad cerebral a la que esta expuesto el niño diariamente.
Los bebés al igual que los adultos, a través de los estímulos desencadenantes del medio externo, son capaces de activar áreas sensoriales de su cerebro para interpretar el mundo que les rodea, como el tacto, la vista y la audición; cuando estas áreas sensoriales se activan, de manera consecuente otras áreas del cerebro se encienden para crear nuevas redes neuronales que propician el continuo desarrollo cognitivo.
De hecho, no existe un solo día en el que el cerebro humano no aprenda, "el cerebro es un ente social" (Dahaene, 2019), y por lo tanto el aprendizaje esta explícito en nuestro día a día.
Te invito a observar la siguiente video cápsula que ilustra "¿Cómo aprendemos?", desde las palabras del autor Stanislas Dahaene.

jueves, 9 de marzo de 2023

Del error, la evaluación, la retroalimentación, la calificación, las pruebas y otras polémicas de la educación, por Enrique Cano

Los temas relacionados con la evaluación, las pruebas y las calificaciones se convierten muchas veces en motivos de estrés, angustia y ansiedad para los estudiantes de cualquier edad. 

Por otro lado, la escuela actual ha encaminado sus objetivos al desarrollo de competencias, dejando atrás el objetivo de la transmisión del conocimiento, donde la memoria era el elemento clave. 

Ante estos escenarios, cabe preguntarse: ¿Cuál es la función de elementos que siguen formando parte del sistema educativo, como son las pruebas o exámenes, las notas o calificaciones, los procesos de evaluación o la retroalimentación? ¿Siguen siendo válidos para los fines de la sociedad actual? ¿Tienen algún valor en el aprendizaje?

Abordaremos este tipo de cuestionamientos en este video, dando respuesta desde la visión de Stanislas Dehaene, en su libro "Cómo aprendemos". 

https://youtu.be/vvNXIhvrvNs

¿Reciclar el cerebro? Por Estefanía Orozco

Seguro has escuchado o enseñado sobre el reciclaje, te invito a leer la siguiente infografía sobre este proceso, pero esta vez dentro de nue...